miércoles, 2 de octubre de 2013

Ansiedad, Depresión y Estrés...


Todo el mundo conoce, o al menos tiene una idea general de lo que significan estos tres términos. En general, todos sabemos a qué se refieren, en qué consisten y cómo nos afectan, pero es habitual, asimismo, confundir términos y utilizar uno mismo para expresar cómo nos sentimos. Estar triste no es lo mismo que estar deprimido y, sin embargo, ¿cuántas veces en nuestro día a día escuchamos o decimos "estoy depre", "hoy me siento deprimido", etc.? Al igual que tampoco es lo mismo tener ansiedad que estar estresado y también solemos utilizar ambos términos indistintamente.
En esta entrada vamos a describir, lo más escueta y claramente posible, qué es la ansiedad, la depresión y el estrés, de forma que sirva al lector para tener una idea clara de qué significan estos conceptos en realidad.
 
Estrés...
El término "Estrés" se utiliza en psicología en dos sentidos principalmente. El primero, cuando hablamos de estrés para designar todas las situaciones y cambios vitales que imponen al individuo demandas o exigencias que ponen a prueba sus recursos físicos y psicológicos. Dentro de este sentido, encontramos distintas situaciones de estrés: una pelea con tu pareja, la situación de desempleo, la perspectiva de la incorporación a un nuevo trabajo o ese examen final que es tan importante. El otro sentido del término estrés se refiere a la respuesta del organismo ante las demandas que suponen este tipo de situaciones. Desde este punto de vista fisiológico, la respuesta de estrés consiste en un conjunto de alteraciones orgánicas dependientes de los sistemas neurohormonales que funcionan en nuestro cuerpo. Pero el estrés también puede expresarse a nivel cognitivo, a través de alteraciones en la memoria o la atención, por ejemplo, o en las estrategias que utilizamos para resolver los problemas.
 
<< El estrés puede considerarse como una respuesta psicofisiológica a acontecimientos o situaciones vitales que ponen a prueba la resistencia física y/o psicológica del individuo.>>
 
Ansiedad...
En nuestro día a día son múltiples las situaciones a las que tenemos que hacer frente, y el modo en que las afrontamos determinará en gran medida cómo nos encontraremos emocionalmente. Una situación cotidiana como llegar tarde al trabajo o  una visita rutinaria al médico puede ocasionarnos cierta sensación de ansiedad ante las posibles consecuencias. Ese trabajo final que tenemos que entregar y del que dependerá gran parte de nuestra nota en la asignatura, puede provocarnos diversos tipos de emociones y reacciones, entre ellas, ansiedad.
La "Ansiedad" puede definirse como <<la manifestación de un estado emocional en el que la persona se siente inquieta, nerviosa, tensa, atemorizada o excesivamente preocupada por temas concretos o también indefinidos>>. La ansiedad en sí, aunque es considerada un estado de ánimo negativo, es "buena" (en cantidades moderadas) para nosotros. La ansiedad tiene una función adaptativa, ya que su misión es alertar al organismo de la presencia de un peligro o prepararnos para afrontar un reto, impulsando y mejorando nuestro rendimiento físico e intelectual. Sin embargo, cuando esta ansiedad se vuelve excesiva, se desborda, cuando la vivimos como tensión emocional y muscular, como una sensación de incomodidad, malestar y miedo hacia algo indefinido y, además, sentimos que escapa a nuestro control, se vuelve desadaptativa, deja de sernos de ayuda y puede acabar siendo patológica y desencadenar la aparición de trastornos psicológicos relacionados.
 
Depresión...
Por último, a lo largo de nuestras vidas, son muchos los momentos y situaciones en las que nos hemos sentido tristes. La pérdida de un ser querido, la discusión o ruptura con tu pareja o con un amigo, etc., suelen provocar tristeza. En estos momentos, la persona puede exteriorizar y vivir esa tristeza llorando, o sentirse sin fuerzas para salir a la calle. Incluso hay momentos en los que una persona pueda sentirse triste sin hallar un motivo para ello. En estos casos, lo habitual es que la persona sepa que ese estado de ánimo se pasará y, en poco tiempo, volverá a estar como siempre.
La tristeza es una emoción básica que todo ser humano experimenta a lo largo de su vida y que, por tanto, tiene una función. En el caso de la tristeza, una de sus funciones podría considerarse la de favorecer la reflexión sobre nuestro estado actual e inducir cambios cognitivos y conductuales que permitan modificarlo. El modo en que elaboramos dicha información es muy importante en la forma en que nos vamos a sentir. Cuando esta tristeza deja de ser adaptativa y no se ajusta a la realidad, puede resultar muy perjudicial, resultando en un cuadro depresivo. Dicho cuadro depresivo suele tener las siguientes características: la persona está triste, no tiene ganas de hacer nada, ha perdido el interés por las cosas que le rodean, se siente abatido y encuentra la vida pesada y sin futuro. Cuando una persona pasa por lo anterior, frecuentemente nos estamos encontrando ante un cuadro de carácter depresivo.
Para ser diagnosticada, la depresión ha de cumplir una serie de criterios temporales y sintomáticos. En cualquier caso, siempre ha de ser un profesional el que la diagnostique, al igual que sucede en el caso de los trastornos de ansiedad y estrés.
 
En posteriores entradas entraremos más a fondo en cada uno de estos temas, haciendo especial hincapié en síntomas y modos de hacerles frente, proporcionando al lector, en cada caso, de distintas técnicas y habilidades para su manejo.
 
Esperamos que la información proporcionada aquí haya sido de utilidad y, una vez más, os animamos a hacer cualquier comentario, sugerencia o plantear cualquier duda que tengáis al respecto, dejando un comentario.
 
Un saludo,
 
María Isabel González García
María Piedad Da Silva Crego
 
 
Bibliografía:
Aguado, L. (2005). Emoción, afecto y motivación. Madrid: Alianza Editorial.
Barlow, D. H., Durand, V. M. (2006). Psicopatología. Madrid: Thomson.
Die Trill, M. (2003). Psico-oncología. Madrid: Ades.
Robles Sánchez, J. I., Medina Amor, J. L. (2008). Intervención psicológica en las catástrofes. Madrid: Síntesis.
 

Nota: Todas las imágenes utilizadas en este blog son extraídas de Google. Si algún autor de las mismas desea que sean eliminadas, las quitaremos sin problema.

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